Al igual que con los humanos, el frío afecta la salud de los gatos y en invierno estos requieren de cuidados y atención para protegerlos de estos descensos de temperatura. En este artículo te traemos todo lo que necesitas para proteger a tu gato en invierno y cómo reconocer si el frío ya está afectando su salud.
¿Cómo afecta el frío a los gatos?
La manera en que las bajas temperaturas pueden afectar a tu felino dependerá de factores como la temperatura en sí (cuanto más baja más peligrosa puede ser para él) y el tiempo que esté expuesto a ella. Sin embargo, no son necesarias temperaturas extremadamente bajas ya que si se expone por un tiempo prolongado a una temperatura fría (pero no extrema), puede traerle consecuencias de igual forma.
En primer lugar, tu gato puede resfriarse debido al frío y presentar síntomas muy similares a los nuestros. Entre estos, los más comunes y notorios son estornudos, lagrimeo, mucosidad nasal y tos, y ante cualquiera de ellos debes llevar a tu felino a su veterinario para que pueda revisarlo y medicarlo adecuadamente.
En segundo lugar, y si la exposición al frío es muy fuerte o prolongada, tu peludo puede comenzar a desarrollar hipotermia (descenso peligroso de la temperatura corporal). Esta se volverá más grave si el gato no es retirado del frío y tratado rápidamente por un veterinario, y presentará síntomas cómo temblores, debilidad, rigidez muscular, presión baja y respiración corta y superficial.
¿Cómo saber si un gato tiene frío?
A medida que tu gato comience a experimentar frío comenzará a utilizar sus “mecanismos de defensa” ante este, empezando por el comportamiento más lógico que es buscar una zona cálida. Estos pueden ser desde acercarse al radiador o a algún lugar dónde reciba luz y calor solar, hasta resguardarse debajo de mantas o en rincones que lo cubran del frío.
Si esto no es suficiente para regular su temperatura entonces algunas extremidades de su cuerpo presentarán una temperatura más fría de la normal (zonas como la punta de su cola, las almohadillas de sus patas y la punta de sus orejas), ya que su cuerpo buscará conservar el calor en sus órganos vitales. A su vez, este erizará su pelaje (un síntoma llamado piloerección) intentando formar una cámara de aire que conserve el calor del cuerpo.
En el caso de que el cuerpo no logre mantener la temperatura ideal en sus zonas vitales, entonces las áreas con menos pelo de tu gato (la ingle y las axilas, por ejemplo) comenzarán a perder su temperatura. Si esto se extiende a un tiempo prolongado, comenzará a mostrar signos de hipotermia leve como letargia y confusión, la cual si no es tratada rápidamente comenzará a empeorar y pondrá en peligro la vida del felino.
¿Cómo proteger del frío a un gato?
Para poder proteger del frío a tu gato es necesario tener presentes diferentes aspectos de su vida diaria. Por ejemplo:
- Alimentación: este aspecto en particular es de suma importancia ya que de ella obtendrá los nutrientes que le permitirán mantener fuerte y resistente su sistema inmunológico ante los descensos de temperaturas.
También es importante considerar si tu gato permanece todo el tiempo dentro de tu hogar, resguardado de la temperatura exterior, o si este tiene libertad de salir a tu jardín o balcón. Si su rutina incluye salir fuera, es posible que durante el invierno necesite una mayor cantidad de energía y por ello debas modificar su alimentación, pero esto debe ser determinado por su veterinario.
- Temperatura ambiente: aunque es un aspecto bastante lógico es importante remarcarlo, ya que la temperatura a la que se encuentre tu felino no solo debe ser adecuada sino constante. Los gatos son vulnerables a los cambios bruscos de temperatura, por lo que su hábitat debe estar resguardado de corrientes de aire que lo puedan enfriar repentinamente.
Además, debes tener especial cuidado con el sistema que utilices para calentar el ambiente. Estos felinos suelen ser muy curiosos y pueden acercarse a ellos demasiado y quemarse, o tirar algún objeto en ellos que pueda provocar un incendio.
- Su edad y salud: cuando un gato es pequeño, o cuando es mayor (7 u 8 años en adelante) su sistema inmunológico no se encuentra completamente funcional. Por este motivo es importante tener especial cuidado con tu gato si se encuentra en estos rangos de edad, y al igual que si tiene alguna condición de salud prexistente.
- Su pelaje: también es necesario considerar el pelaje de tu felino. Aquellos que poseen un pelaje más largo se encuentran más resguardados del frío, pero es necesario mantenerlo cuidado y cepillado para que este lo proteja adecuadamente.
A su vez, los gatos con pelo corto o sin pelaje (como los Sphynx y Devon rex) están más desprotegidos a las bajas temperaturas y necesitarán más atención. Es posible que estos se beneficien de un abrigo, pero consulta a su veterinario al respecto ya que no siempre es necesario.
Cuidamos a tu gato del frío en Centro Felino Cantabria
Queremos que tu compañero felino disfrute de cada estación del año sin riesgos, y que tú lo disfrutes con él sin preocupaciones. Por eso te invitamos a nuestro Centro Felino en Cantabria para que juntos protejamos a tu peludo de las bajas temperaturas del invierno.